Se acercaba el cumpleaños de nuestro amigo Pedro y su “santa mujer” (como él dice) nos dio carta blanca para hacerle una tarta  y como teníamos muchísimas ganas de hacer un coche cogimos la ocasión…Tiene un Land Rover entrado en años con el que va con su familia al Rocio…

La cuestión era dejarlo sin palabras y sobre todo que no sospechara nada ni si quiera Anabel, su mujer que nos hizo fotos de su flauta y tamboril Rociero para darnos alguna idea…
Recreamos una escena de Pedro en un barrizal con su Land Rover caminito del Rocío acompañado de sus dos peques.  La flauta que aparece en la foto no es comestible,  es del cumpleañero que la colocó en la tarta como decoración…la pena que le dio por no poner su nuevo tamboril junto a la tarta…

La tarta es un bizcocho de vainilla al que le dimos forma y rellenamos de buttercream de chocolate negro y bañamos con un suave almíbar.

Como anécdota deciros que no quería comerse la tarta, la estuvo vigilando todo el tiempo para que nadie metiera el dedo. Pero al final no tuvo más remedio que cortarla, las tartas son para comérselas.  

De nuevo y sin querer ser cansinos…Muchísimas GRACIAS a todos los que cada semana pasáis  por nuestro blog para dejarnos una parte de vosotros…