A finales de año recibimos la llamada de Rosa, estaba organizando para enero una fiesta sorpresa para celebrar el 50 cumpleaños de su marido Cesar y quería dejarlo sin palabras...
A Cesar le encanta el Rocio...es un enamorado de esta pequeña aldea y de su romería, le encanta pasear a caballo y empaparse del ambiente que cada año se respira con su gente...

Lo primero que nos pidió Rosa fue que la tarta fuese rectangular de chocolate y de dulce de leche, y que hiciéramos a Cesar (cumpleañero) sujetando una copita de fino junto con su caballo, esto ultimo le dijimos a Rosa que lo intentaríamos, nunca nos habíamos visto en esta tesitura...el resto...nuestra imaginación...

Tras intercambiar cientos de mensajes por mail, whatsapp y fotos, con mucho cuidado de que Cesar no se oliera nada, ya teníamos claro como hacerla...

Dejando a un lado la idea del caballo, empezamos con el resto del modelado que iba a llevar la tarta...a modo de escenario la típica fachada de una casa del Rocio, y la figura de Cesar. Las tejas las hicimos y les dimos su forma, una a una...PACIENCIAAAAAAAA no quedaba otra.